La gran nevada caída sobre la ciudad de Toledo, a causa del temporal Filomena, nos ha dejado con la boca abierta. Hacía mucho tiempo que la ciudad de Toledo no vivía una nevada como la que hemos vivido estos días.
Es verdad que los meteorólogos nos han estado avisando de ello pero, hasta que no llegó el día 7 de enero de 2021, no nos lo hemos terminado de creer.
¡Nos ha pillado a todos de improviso! Aunque, como suele decirse, ¡“Año de nieves, año de bienes”!
El siete de enero nos levantábamos con una fina capa de nieve. Esto hizo salir a los toledanos y toledanas a las calles, a realizar las primeras fotografías de la ciudad nevada. No fue hasta los días ocho y nueve, en los que no paró a penas de nevar, cuando Toledo lució como nunca: como una ciudad de cuento.
Fuimos muchos los que nos lanzamos a caminar por sus calles nevadas, a contemplar sus monumentos cubiertos de esa blancura a la que no estamos habituados a ver por estos lugares. Esta nevada, como ya se dice, ha sido histórica. Toledo se cubrió de blanco.
Pero… ¿sabes que, a lo largo de la historia, han sido varias las nevadas que ha habido en Toledo? Os pasamos a contar algunas curiosidades y os dejamos algunas fotos de estos días…
El 25 de enero de 1914, el Diario “La Campana Gorda” se hacía eco de una nevada que tiñó las calles de blanco. Algo que sorprendió a los toledanos y toledanas de la época.
El artículo nos habla de que fue “una nevada copiosa” y que convirtió a Toledo en una ciudad con un aspecto “fantástico, lleno de misteriosos encantos, de los pueblecillos blancos que nacieron en nuestras imaginaciones infantiles…”.
En el artículo se puede ver una imagen de la calle de Santo Tomé y una panorámica desde el Valle. Puedes ver este artículo en el Diario “La Campana”, número 1218 del día 25 de enero.
Anteriormente, en el año 1911, el diario “El Día de Toledo”, nos daba una noticia de “interior”. Ahí ya se nos cuenta de que estábamos atravesando una “época de fríos rigurosos y crudísimos como hace muchos años no se recuerdan y de la nevada del dieciocho actual…” se han dado interrupciones en las comunicaciones entre caminos vecinales y carreteras existiendo en la carretera de Ajofrín hasta dos metros de altura.
De hecho, en cuanto a la ciudad de Toledo, se nos dice que “ha habido sitios en los que la nieve ha permanecido en las calles y en las plazas más de una semana, helándose las veredas de los pasos y aceras…” dando lugar a las caídas. Algo que, durante estos días, la ciudad de Toledo está viviendo también.
Una curiosidad mucho más anterior a lo que acabamos de contar, la encontramos en el año 1536. En este año se recoge la noticia de que el río Tajo “se heló de tal manera que jugaban los niños sobre él y bailaban atravesándolo incluso con caballerías”. (R. Gonzávez: “El clima toledano en los siglos XVI y XVII”. 1977).
También, en 6 de febrero de 1697 “se heló el Tajo a su paso por Toledo en todas partes, excepto en las corrientes de las presas”.
Y, en 1797 también se heló el río según dejó constancia de ello el sacristán de la parroquia de San Pedro , en la Catedral de Toledo, al final del libro de bautismo nº7 (G. Mora del Pozo: “La ciudad de Toledo en 1723 vista por un ingeniero inglés”, en Alminar nº1, Toledo 1988.
Estas historias se recogen y pueden leerse en el libro “Toledo: sucesos, anécdotas y curiosidades”, de Luis Moreno Nieto, 1995.
Luis Moreno Nieto también recoge, en este mismo libro, otra gran nevada pero, en este caso, en 1561.
La noticia la describe como una nevada sin precedentes, que nadie recordaba haber vivido antes. La corte aún estaba en Toledo, y se hablaba de que las calles se llenaron de un lodazal tremendo.
Lo que está claro es que, no es habitual una nevada en Toledo como la que hemos vivido estos días.
Nieve que va a costar que desaparezca debido a las bajas temperaturas que estamos viviendo en la ciudad. Poco a poco, la ciudad irá recobrando su aspecto pero, no podemos negar que, la imagen que luce ahora, hacen de Toledo una ciudad mágica y de cuento.