Uno de los recorridos que merece la pena visitar es el de las Ermitas de Toledo, situadas en el casco histórico o en los escenarios naturales del Valle y alrededores de la ciudad, un regalo para la vista, más allá del carácter litúrgico.
Si hablamos de Ermitas, no podemos olvidar que, tras Semana Santa, se producen diferentes romerías desde estas, varios días de procesiones, limonada, fuegos artificiales, etc…, aunque aquí si suele predominar el aspecto religioso sobre el cultural.
Si estás en la ciudad por esas fechas, duran varios días y es, sin duda, un buen plan a terner en cuenta.
La Ermita de la Virgen de la Estrella
Nada más atravesar la Puerta de Bisagra, junto a la Iglesia de Santiago del Arrabal, te encontrarás con la Ermita de la Virgen de la Estrella. De hecho fue, en esta cercana iglesia, donde esta cofradía tuvo su sede.
La actual ermita es obra de Juan Bautista Monegro (s. XVI), de estilo clasicista, con planta de cruz.
La portada que hoy podemos ver es de estilo barroco realizada con piedra berroqueña.
Justo frente a la puerta, se sitúa el altar con la Virgen de la Estrella. Su procesión se lleva a cabo el domingo antes de la Ascensión del Señor, procesionando por los barrios de Antequeruela y las Convachuelas.
Cuando llega la navidad, es muy famoso su portal de Belén. En él podemos ver algunos edificios relacionados con la ciudad de Toledo como la Puerta del Sol, la Puerta de Bisagra, la Catedral…
La Ermita de San Eugenio
Se encuentra ubicada en la calle Marqués de Mendigorría, destacando por su ábside mudéjar, uno de los más antiguos de Toledo y muy similar al de la Mezquita del Cristo de la Luz. El nombre lo toma del obispo visigodo San Eugenio, patrón de la Archidiócesis de Toledo.
El motivo de su construcción, en el siglo XII, guarda relación con Alfonso VII. Este rey consigue traer hasta Toledo las reliquias del obispo (el brazo del Santo), desde Francia a Toledo.
Fue en este lugar donde se levanta la ermita para albergar los restos de este santo, antes de su entrada a la ciudad de Toledo.
Posteriormente, ya en el siglo XVI y XVII, diferentes construcciones que se adosaron al edificio lo degradaron. No obstante, se restauró en el año 1991 y fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1992.
La Ermita de la Virgen de la Cabeza
Detrás de la Venta del Alma, una subida te llevará a la Ermita de la Virgen de la Cabeza, de finales del siglo XVI. Desde aquí tendrás unas preciosas vistas al río Tajo y a la judería de Toledo.
Justo debajo, en el río, se aprecian los restos del que fue el Molino de la Cruz.
El edificio, en el siglo XVIII estuvo en un estado ruinoso, reformándose en 1856 en estilo historicista.
La Ermita del Cristo de la Vega
Una de las ermitas más conocidas de Toledo. Su origen se remonta al siglo IV. Construida donde, según la tradición, se levantó un mausoleo para albergar los restos de Santa Leocadia.
Posteriormente, en el siglo VII se convirtió en basílica con el rey Sisebuto. Lugar donde también sostiene la tradición que ocurrió el milagro de nuestro patrón San Ildefonso, obispo visigodo.
De hecho, los datos arqueológicos encontrados en este lugar, confirman estas tradiciones.
En época de la dominación musulmana, toda esta zona se convirtió en cementerio y, tras la reconquista cristiana, el templo fue reconstruido bajo la advocación de Santa Leocadia.
Ya, en el siglo XVI comienza la decadencia del edificio y, en el siglo XVII se convierte en la Ermita del Cristo de la Vega.
Tenemos que destacar que, en el siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia, la ermita queda destruida, salvándose su ábside del siglo XIII, reconstruyéndose entre 1816 y 1826.
La imagen que vemos hoy se corresponde con la restauración llevada a cabo en el año 1846 cuando el cabildo de la catedral añade un atrio con dos galerías laterales para enterramiento de los canónigos.
Si te acercas a visitar esta zona, encontrarás la ermita junto al Circo Romano y próxima al Campus Universitario de la Fábrica de Armas.
La Ermita de la Bastida
Ermita ubicada en un promontorio desde el que se domina la Vega del Tajo. Su fundación se remonta a principios del s. XV.
La ermita es de una sola nave con ábside semicircular ubicado encima de una cripta. Destacamos el patio y la casa del santero.
Al fondo del patio se encuentra la cueva donde la beata Mariana de Jesús se retiró para hacer penitencia.
La Ermita de la Virgen de los Desamparados
Justo debajo del Miradero, donde se ubica la entrada al parking, se encuentra la que fuera Ermita de la Virgen de los Desamparados, en Gerardo Lobo.
Esta ermita fue fundada como anexo al antiguo Hospital de San Leonardo. Su desaparición se debió a la construcción de la alhóndiga. Por este motivo, el ayuntamiento levantó un nuevo edificio en un lugar cercano.
Sus obras comenzaron en el año 1582 siguiendo las trazas de Diego de Alcántara.
Tiene planta rectangular a la que se le adosa el presbiterio, de planta cuadrada con ábside.
La Ermita de San Jerónimo
Ubicada en el barrio de Solanilla. Fundada por Jerónimo de Miranda en el año 1611, poniéndola bajo la advocación del santo que llevaba su nombre.
Su romería se llevaba a cabo el 30 de septiembre.
En 1845 se restauró debido al estado ruinoso en el que se encontraba y, en 1870, la imagen del santo fue robada, teniéndose que reponer por otra que es la actual.
Esta ermita cumplía con la función de dar asistencia espiritual a los habitantes de los cigarrales vecinos. Su planta es rectangular, con coro alto en los pies y presbiterio.
La Ermita de San Roque
Ubicada en el barrio de San Antón. La ermita actual es fruto de la restauración que se llevó a cabo en el s.XIX, debido a que la anterior fue destruida durante la Guerra de la Independencia.
La Ermita del Valle
Otra de las ermitas más conocidas de Toledo y donde, el 1 de mayo, se celebra la romería de la Virgen del Valle. Desde aquí, las vistas a Toledo, son únicas.
Aquí te contamos la historia y tradición de la Romería de la Virgen del Valle.
Bibliografía:
- Arquitecturas de Toledo: Tomos I y II. JCCM, 1991.
- Santos Vaquero, A y Vaquero, E. Fantasía y Realidad de Toledo. Toledo, 2005.