Si hay una obra del Greco en Toledo que, por excelencia, se lleva un gran número de visitas, es «El Entierro del Señor de Orgaz«; Una obra de referencia que, sin duda, todos hemos estudiado en la historia del arte y que tenemos la suerte de tenerla en la ciudad de Toledo.
Desde el año 2014 en que se celebró el IV Centerario de la muerte del Greco, uno de los alicientes que tienen todos aquellos que nos visitan es conocer la obra de este famoso pintor cretense.
Acerca de «el Greco»
Sus inicios fueron en Creta, como maestro de iconos y, posteriormente, se trasladó a Venecia, empapándose el renacimiento y de importantes pintores como Tiziano y Tintoretto. Tras esto, viaja a Roma donde va a tomar influencia de Miguel Ángel y donde va a tomar contacto con el Manierismo.
Tras llegar a España, va a intentar probar suerte en la corte del rey Felipe II. El problema es que al monarca no le gustaba cómo pintaba el Greco y, tras pintar una obra para el rey (El martirio de San Mauricio), no consigue su aprobación.
Gracias a que en Roma conoció a un hijo del Deán de la Catedral de Toledo, Don Luis de Castilla, éste sería el encargado de introducirle en Toledo y relacionarle con la propia iglesia.
Tendría, como primeras clientas, las monjas del Convento de Santo Domingo el Antiguo.
Allí pintaría los retablos, entre 1577 y 1579 y este se convertiría en su primer gran encargo, y posteriormente pintaría para la Catedral Primada la maravillosa obra de “El Expolio”.
El entierro del Señor de Orgaz
Pero si hay una obra que atrapa a los visitantes que se acercan hasta Toledo, es “El Entierro del Señor de Orgaz”. “Señor” era el título que tenía Don Gonzalo Ruiz de Toledo, noble piadoso y benefactor de la Parroquia de Santo Tomé. También notario mayor del reino de Castilla y alcalde de Toledo. Es el protagonista de su obra.
Tan hombre afable fue que, tras morir, San Agustín y San Esteban (primer mártir de la historia de la iglesia) bajaron del cielo y le dieron sepultura ellos mismos. Milagro que sorprendió a los allí presentes con ese rompimiento celestial y con una voz de fondo que vino a decir “Tal galardón recibe quien a Dios y a sus santos sirve”. Un cuadro en el que vamos a poder encontrar esa variedad cromática, ese colorido de la escuela veneciana.
El propio Greco, para desarrollar el milagro y plasmarlo, compone la obra a partir de un triángulo (que sube hasta la figura de Cristo) y la división entre la parte celestial y la parte terrenal.
El cuadro nos llevaría, su descripción, páginas y páginas, pero vamos a destacar lo más importante; Si empezamos por la parte terrenal, podemos ver a su propio hijo, Jorge Manuel, que señala llamándonos la atención del milagro que se está produciendo. De su cintura sale una especie de pañuelo con el nombre del Greco y una fecha: 1578, probablemente el año que nació Jorge Manuel.
A su lado, San Agustín y San Esteban son los encargados de enterrar a Don Gonzalo, con una armadura de damasquinado que nos llama mucho la atención. La capa pluvial de San Agustín tiene representados a San Pablo, a Santiago y a Santa Catalina.
En el caso de san Esteban, aparece representado su propio martirio.
Y justo, al lado derecho, el párroco Don Andrés Nuñez de Madrid, contemporáneo del Greco y al que le debemos que la obra esté ahí y se realizase. Hay que tener en cuenta que todos los personajes que aparecen en la obra son contemporáneos del Greco.
Curiosidades de la obra
El propio Greco aparece pintado en la obra, en la parte izquierda, mirándonos fijamente, como sabiendo que nosotros estamos admirando su obra. También, en la parte terrenal podemos encontrar a Cervantes y a Covarrubias.
Entre el cielo y la tierra, vemos a un ángel que porta el alma de don Gonzalo y que adopta la forma de feto.
El simbolismo de la vuelta al útero materno, lo que nos ha dado la vida que, en este caso, ahora es Cristo que nos espera arriba del todo vestido de blanco, el color de la resurrección y señalando el lugar destinado para don Gonzalo, su lado derecho, acompañado de la Virgen (detrás de la Virgen, san Pedro) y de san Juan Bautista, que intercede por el alma de don Gonzalo.
Sin duda es una obra que merece detenernos más en ella. Con una explicación detallada. Os invitamos a visitarla.
Con nosotros, en la ruta de “La Pulsera Turística: Toledo y sus 7 monumentos” podrás hacerlo.
Si decides ir por libre, la entrada son 3€ por persona y está abierto de 10 de la mañana a 18:45h de la tarde.