Si tenemos una artesanía que destaca en Toledo junto al damasquinado, es el acero toledano. La espada toledana y su acero de gran resistencia es reconocido, a día de hoy, a nivel internacional y es el protagonista de muchas películas y series.
Si te acercas a la ciudad imperial podrás comprobar cómo, los escaparates, están llenos de espadas, llamando así la atención de los que pasean por sus empedradas calles.
El acero toledano fue el protagonista, junto al damasquinado de la economía de la ciudad. También fue un referente mundial.
Muchos de los que se acercan a la ciudad, uno de los objetos que se llevan de recuerdo es la espada toledana.
Porque… ¿Quién no ha estado en Toledo y no se ha llevado una espada aunque sea un abrecartas? Así podrás decir que, verdaderamente, estuviste en esta ciudad.
La espada nos ha acompañado prácticamente desde la prehistoria, siendo adaptada al gusto en las diferentes épocas siendo Toledo la ciudad espadera destacada.
Si tenemos que citar el momento en el que la fama del acero toledano aumentó, sería en la época visigoda con motivo de la importancia que tuvo la capital de Castilla-La Mancha (Capital Regia) durante ese período de la historia. Fue ya, en la época árabe cuando la espada va a ver enriquecida su decoración con el famoso damasquinado.
También, introduciendo marfil, esmaltes y diferentes tipos de piedras preciosas. Esto va a tener lugar, según algunos historiadores, en la época de Abderraman II y Alhaken II, en el siglo IX.
Será a partir del siglo XVII, cuando auge de las armas de fuego harán que el acero entre en decadencia. Fue ya en el año 1761 cuando el rey Carlos III crea en la ciudad la “Fábrica de las Espadas”.
Tal fue la importancia del acero toledano que muchos textos literarios así lo dejaron reflejados:
“Templose en el Tajo esta hoja y dando tajos su honra” o “En Toledo fui forjada y en el Tajo bautizada”.
Y es que tenemos que pensar que, lo que dio fama al acero y las espadas toledanas fue el templado que se hacía de ese acero con el agua del río Tajo. Se decía que las aguas del río contenían unos componentes minerales y propiedades que convirtieron, al acero toledano, único en el mundo.
El templado era una parte fundamental.
La calidad de una espada iba a depender de él junto a un buen forjado de la misma. El acero de Toledo se distinguía también por el uso de tres tipos de hierro: uno muy blando y otro más duro.
Se podían distinguir, también, aquellas armas o espadas de lujo. Esta diferencia se veía claramente en su ornamentación, en la que se solía incluir el damasquinado, dorados, plateados a fuego, nielados y grabados. El grabado se realiza a buril o al ácido.
La elaboración de una espada, de una réplica, es un proceso largo, sobre todo en nuestros días. Requiere un proceso de documentación. Uno de los pasos que es más complicado o que lleva más tiempo es el diseño.
Hacer un diseño con proporciones y que sea factible es lo que más tiempo lleva al actual maestro espadero.
Muchos maestros espaderos toledanos siguen forjando la espada a la manera tradicional aunque, es verdad, que hay partes que se han modernizado.
Es verdad que, hoy en día, vamos a poder diferenciar entre una espada realizada artesanalmente y una espada industrial. Esto se va a distinguir en el precio. Una espada artesanal tendrá un precio más elevado que una espada industrial.
También, a día de hoy en la ciudad, encontraremos talleres donde podemos ver cómo se fabrica una espada, todo su proceso. Uno de los atractivos que buscan muchos de los grupos que visitan la ciudad es poder ver como se forja una espada y ser participes de ello. El poder forjar nuestra propia espada.
Así pues, si vienes a la ciudad imperial, no puedes dejar de conocer esta artesanía que ha llevado el nombre de Toledo por muchas partes del mundo. Se trata de una de nuestras señas de identidad y reconocimiento.
Todavía quedan maestros espaderos de renombre en la ciudad y, muchas de las espadas que aparecen en el cine y en series de renombre (“Águila Roja”, “Isabel”, “Carlos V”, “Toledo”, “El Señor de los Anillos”) se han hecho en Toledo, dando así publicidad a este oficio y haciendo que, muchas personas que vienen a visitar el municipio tengan, como motivo, el poder llevarse una réplica de la espada de su serie favorita.