Uno de los atractivos que atesora la ciudad de Toledo son sus maravillosos Conventos. Sin duda, lugares cargados de un rico patrimonio, de historias y curiosidades que, en muchas ocasiones, no está al alcance de todo el mundo.
Los conventos de Toledo guardan grandes historias. Algunos de ellos con el paso de los años han cerrado ya sus puertas por la falta de vocaciones pero, no por ello, su rico patrimonio no desaparece: sigue ahí, escondido, esperando a ser descubierto.
Aunque en «Pasearte Toledo» somos conscientes del atractivo que tienen estos lugares, y por eso ofrecemos una ruta exclusiva para visitar los conventos de Toledo, en este artículo queremos hacer un pequeño repaso por los conventos más famosos de Toledo capital.
Sin duda, se trata de un patrimonio poco conocido pero que ha contribuido al desarrollo de la ciudad y a su devenir histórico.
Convento de las Gaitanas
Uno de los conventos que tiene aún comunidad es el Convento de las Gaitanas. Se trata de un convento que se encuentra próximo a la plaza de San Vicente. Fundado por doña Guiomar de Meneses, viuda de Lope Gaitán. Es por tanto, con el apellido del marido, por el que se conoce a este lugar.
Su fundación Tiene lugar en el s. XV y destaca su maravillosa iglesia, del s. XVII decorada con ricos retablos del s. XVIII.
Uno de sus patios, el principal, se ha convertido en hospedería y en un pequeño museo con auténticas obras de arte que merecen ser descubiertas. Las hermanas trabajan los bordados, fabrican dulces típicos como el mazapán.
Convento de Santa Clara la Real
Muy cerca de allí nos encontramos el Convento de Santa Clara la Real. Actualmente, este convento, se encuentra cerrado. La falta de vocaciones hizo que, las últimas monjas que habitaban allí se trasladasen a Madridejos (Toledo) hace unos años.
Este convento se funda en el año 1250 y no sería, hasta el siglo XIV, en que se trasladan a este lugar.
En este convento, como curiosidad, se encuentran enterradas dos hijas de Enrique de Trastámara: Doña Inés y doña Isabel.
Del convento destaca su maravillosa iglesia, su coro (aprovechado como museo con piezas muy curiosas y de gran valor) así como su claustro de los Laureles y el patio de los Naranjos. El convento se puede visitar previa reserva.
Convento de las Comendadoras de Santiago
También, por la zona, encontramos el Convento de las Comendadoras de Santiago. Se llega a él atravesando el bello cobertizo de Santo Domingo el Real.
Hoy sigue con comunidad dedicándose también, entre otras cosas a la educación con una guardería que tienen.
Destaca, dentro del convento, su maravilloso claustro de la Mona, un patio que se puede visitar para el Corpus con nuestros guías, que destaca por su azulejería talaverana del siglo XVI.
Puedes pasar a este claustro y aprovechar para comprar algunos de sus ricos dulces que, con tanto cariño, elaboran.
Convento de Santo Domingo el Real
Un poco más adelante, pared con pared, encontramos otro convento: el Convento de Santo Domingo el Real. Convento que, todavía, sigue en activo. Fundado a mediados del s. XIV por doña Inés García de Meneses. Hijas de familias importantes pasaron por este lugar. La iglesia actual es de finales del s. XVI, sustituyendo a la anterior. Es, en este convento, donde se conserva la momia más famosa de Toledo, “Sanchito”, También, aquí, se encuentra la sede del Capítulo del Cristo Redentor, que sale el Miércoles Santo. La imagen del Cristo se encuentra en la iglesia.
Convento de Santo Domingo el Antiguo
Cerca de este lugar, nos encontramos con otro convento, el Convento de Santo Domingo el Antiguo, conocido así para diferenciarle del anterior. Destaca en la ciudad por ser el primer lugar donde va a pintar el famoso pintor cretense, El Greco, que pintará los retablos de la iglesia.
También, aquí, se encuentra su tumba. Se trata de uno de los conventos más antiguos de Toledo, fundado por el Rey Alfonso VI tras reconquistar la ciudad.
La iglesia, que hoy vemos, es de finales del siglo XVI y, en su construcción intervinieron Juan de Herrera y Nicolás Vergara “el Mozo”.
Si nos acercamos a este convento, podremos visitar: la iglesia (con las pinturas del Greco), el coro y el retrocoro, que es prácticamente un museo con obras de interés así como documentos donde podemos ver, entre otras cosas, el contrato del Greco donde se compromete a llevar a cabo las pinturas, firmado de su puño y letra.
Convento de San Clemente
Si el Convento de Santo Domingo el Antiguo destaca por ser el primer lugar donde pintó el Greco, nos acercamos ahora hasta el Convento de San Clemente, famoso en la ciudad de Toledo por ser la cuna del mazapán toledano.
De hecho, es el convento que ocupa el segundo lugar de antigüedad en cuanto a su fundación. Se encuentra junto a la Iglesia de San Román, de mediados del siglo XVI y sigue las trazas de Alonso de Covarrubias.
De él también es la portada que da acceso a la iglesia, una portada renacentista que, sin duda, te llamará mucho la atención.
Maravilloso es su claustro de las procesiones así como el coro donde, su sillería original, era obra de Felipe Vigarny pero quedó arrasada en un incendio en el año 1557.
Convento de Santa Isabel
Continuamos con otro convento que no te puedes perder, si visitas la ciudad de Toledo. Se trata del Convento de Santa Isabel.
Ubicado en la plaza del mismo nombre, junto a la Escuela de Traductores. En el coro del convento, como curiosidad, se encuentra enterrada una hija de los Reyes Católicos: Isabel de Castilla y Aragón. Además sus padres, los Reyes Católicos, fueron patronos del convento.
En el coro también destacan los azulejos del siglo XVI con preciosa decoración floral. La sillería que hoy conserva es del siglo XVII en su iglesia destaca el maravilloso retablo de Juan Bautista Monegro.
Este convento, además, cuenta con un museo donde se exponen piezas y obras destacadas que atesora el convento. Además, famoso es su Patio de la Enfermería, de estilo mudéjar.
Convento de las Concepcionistas
Muy cerca de Zocodover se encuentra el Convento de las Concepcionistas. Convento fundado, a finales del siglo XVI, por Santa Beatriz de Silva.
Se ubica en el antiguo convento de Franciscanos que tuvo aquí lugar y que acabaron por trasladarse a San Juan de los Reyes.
En su iglesia, destacan sus maravillosos retablos. La obra de la iglesia es de finales del siglo XVI, obra de Diego de Alcántara, discípulo de Juan de Herrera. Destaca también su claustro gótico – mudéjar cuya parte más antigua data del siglo XIII.
Es imposible resumir todo el patrimonio conventual en unas breves líneas. Lo mejor, es que te vengas de visita guiada con nosotros y descubrirás todo el patrimonio que atesoran.
Bibliografía:
- García García-Tapetado, Laura. Clausuras de Toledo. Guía para descubrir su historia, arte y espiritualidad. Xerión, 2022.
- Martinez Caviró, Balbina. Conventos de Toledo. Ediciones el Viso 1990.